El 1 de febrero se celebra el Día Mundial del Galgo, una fecha impulsada por asociaciones de amigos de los galgos, que tratan de concienciar al público en general de los maltratos a los que son sometidos estos animales, e intentan darles una segunda oportunidad, rescatándolos y ofreciéndolos en adopción como animales de compañía.
Estos animales se caracterizan por un hocico largo, gran olfato y patas largos por lo que son utilizados en múltiples países para correr carreras. En Argentina, esta situación se extendió hasta fines de 2016 dado que en noviembre de dicho años se sancionó la Ley 27.330 que las prohíbe a nivel nacional.
En el Día Mundial del Galgo, es imperativo sumergirse en la cruda realidad que muchos de estos majestuosos perros enfrentan. A menudo relegados a carreras y cacerías, los galgos padecen condiciones de vida despiadadas, marcadas por la explotación y el maltrato. Es en este día que debemos alzar la voz para concientizar sobre su difícil situación.
Estos seres nobles, de mirada profunda y patas ágiles, merecen mucho más que las circunstancias a las que, lamentablemente, con frecuencia son sometidos. Merecen vivir en un entorno que nutra su esencia gentil y su lealtad inquebrantable. Merecen un hogar donde la crueldad sea un término ajeno, y la compasión y el amor sean su cotidianidad.
En su bondad inherente, los galgos demuestran ser compañeros extraordinarios. Su naturaleza tranquila y afectuosa se convierte en un recordatorio constante de la capacidad que tienen los animales para brindar amor incondicional. A pesar de las adversidades que enfrentan, su espíritu resiliente nos enseña la importancia de la empatía y el cuidado hacia todos los seres vivos.
En nuestra reflexión, es esencial reconocer la responsabilidad colectiva que compartimos para cambiar el destino de estos animales. Abogar por leyes más estrictas contra el maltrato animal, promover la adopción en lugar de la compra y educar sobre las necesidades y cuidados específicos de los galgos son pasos cruciales hacia un futuro más compasivo.
En este Día Mundial del Galgo, comprometámonos a ser la voz de aquellos que no pueden hablar por sí mismos. Ofrezcamos a estos seres excepcionales la oportunidad de vivir la vida plena y amorosa que merecen. Solo a través de la acción y la conciencia colectiva podemos cambiar el destino de los galgos y construir un mundo donde todos los animales sean tratados con el respeto y la dignidad que merecen.
[Redacción: Josefina Real de Azua, Voluntaria El Paraíso de los Animales]
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